El hormigueo en manos y pies es una sensación que todos hemos experimentado en algún momento de la vida. Puede aparecer de repente, como un cosquilleo leve que desaparece en minutos, o puede persistir durante días y convertirse en un motivo de preocupación. Muchas personas lo describen como una sensación de “alfileres y agujas”, adormecimiento o incluso electricidad recorriendo las extremidades.
Aunque en ocasiones se debe a causas inofensivas, como dormir en una mala postura, también puede estar relacionado con problemas neurológicos, circulatorios o metabólicos graves. Por eso, identificar cuándo el hormigueo es pasajero y cuándo es señal de alerta resulta fundamental.
En este artículo revisaremos qué significa el hormigueo en manos y pies, sus causas más frecuentes, qué enfermedades pueden estar detrás, cómo se diagnostica y cuáles son los tratamientos más efectivos.
1. ¿Qué significa el hormigueo en manos y pies?
El término médico para el hormigueo es parestesia. Ocurre cuando los nervios periféricos —los encargados de transmitir información entre el cerebro, la médula espinal y el resto del cuerpo— no funcionan de manera adecuada.
Esto puede ser consecuencia de una presión temporal, como cuando cruzamos las piernas por mucho tiempo, o un signo de enfermedades que afectan los nervios o la circulación sanguínea.
👉 Lo importante: si el hormigueo es ocasional y se alivia con movimiento o cambio de postura, suele ser benigno. Pero si es constante, recurrente o viene acompañado de otros síntomas, requiere atención médica.
2. Causas comunes de hormigueo en manos y pies
El hormigueo puede originarse por múltiples razones. A continuación, las más habituales:
a) Causas temporales e inofensivas
- Mala postura al dormir o sentarse.
Dormir sobre un brazo o cruzar las piernas durante mucho tiempo reduce la circulación y comprime los nervios. - Uso prolongado de dispositivos.
Pasar horas escribiendo o con el celular puede generar tensión en los nervios de la muñeca. - Frío intenso.
Las bajas temperaturas reducen la circulación periférica y generan entumecimiento.
b) Problemas circulatorios
- Insuficiencia venosa crónica. Las venas no devuelven bien la sangre al corazón, causando pesadez y hormigueo.
- Arterioesclerosis. La rigidez de las arterias disminuye el flujo sanguíneo.
- Trombosis venosa. Un coágulo puede bloquear el retorno venoso y causar hormigueo con dolor o inflamación.
c) Trastornos neurológicos
- Neuropatía periférica. Daño en los nervios periféricos por diabetes, alcoholismo o tóxicos.
- Síndrome del túnel carpiano. Compresión del nervio mediano en la muñeca.
- Radiculopatías. Compresión de nervios en la columna lumbar o cervical.
- Esclerosis múltiple. Enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central.
d) Causas metabólicas y nutricionales
- Diabetes mellitus. El exceso de glucosa daña progresivamente los nervios.
- Déficit de vitamina B12. Fundamental para la salud neurológica.
- Hipotiroidismo. El metabolismo lento afecta la conducción nerviosa.
e) Factores externos
- Consumo excesivo de alcohol. Daña los nervios periféricos.
- Medicamentos. Algunos antibióticos, antivirales y quimioterapias generan neuropatía.
- Estrés y ansiedad. La hiperventilación altera la oxigenación y produce cosquilleo.
3. Enfermedades asociadas al hormigueo persistente
Cuando el hormigueo no desaparece o se repite con frecuencia, puede ser un signo de enfermedades más graves:
- Neuropatía diabética.
Una de las complicaciones más frecuentes de la diabetes. Empieza con hormigueo en pies y avanza hacia las piernas. - Esclerosis múltiple.
El hormigueo puede ser uno de los primeros síntomas junto a visión borrosa y fatiga. - Accidente cerebrovascular (ACV).
El hormigueo súbito en una extremidad acompañado de debilidad puede indicar un ACV. - Hernia discal.
Cuando comprime raíces nerviosas, provoca hormigueo y dolor en brazos o piernas. - Síndrome del túnel carpiano.
Muy común en personas que trabajan con computadoras o repiten movimientos de muñeca. - Lupus o enfermedades autoinmunes.
La inflamación puede dañar los nervios y la circulación.
4. Síntomas de alarma: cuándo acudir al médico
El hormigueo en manos y pies requiere consulta médica inmediata si se acompaña de:
- Debilidad muscular repentina.
- Pérdida de sensibilidad.
- Dificultad para mover brazos, piernas o rostro.
- Dificultad para hablar o visión borrosa.
- Hinchazón y dolor intenso en una pierna.
- Aparición tras una caída o golpe fuerte.
5. Cómo se diagnostica el hormigueo
Un médico puede utilizar distintas pruebas para encontrar la causa:
- Exámenes de sangre. Para detectar diabetes, déficit de vitaminas, problemas de tiroides o riñón.
- Electromiografía y estudios de conducción nerviosa. Evalúan la función de los nervios.
- Resonancia magnética. Útil en casos de hernia discal o esclerosis múltiple.
- Prueba Doppler vascular. Detecta problemas circulatorios.
6. Tratamientos disponibles
Tratamientos en casa
- Evitar posturas que compriman nervios.
- Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento.
- Alimentación rica en vitamina B y antioxidantes.
- Hidratación suficiente.
- Uso de calzado cómodo y ergonómico.
Tratamientos médicos
- Medicamentos. Suplementos de B12, fármacos para dolor neuropático (gabapentina, pregabalina).
- Fisioterapia. Movilidad y fortalecimiento muscular.
- Cirugía. En casos graves de túnel carpiano o hernia discal.
- Control de enfermedades crónicas. Manejo de diabetes, tiroides o hipertensión.
7. Consejos de prevención
- Mantener niveles normales de glucosa.
- Revisar la postura al dormir y trabajar.
- No abusar del alcohol ni del tabaco.
- Realizar chequeos médicos regulares.
- Practicar actividad física moderada.
- Cuando el hormigueo se acompaña de dolor torácico, consulta nuestro artículo sobre [Dolor en el pecho al respirar: señales de alerta y qué hacer]
8. Preguntas frecuentes
¿El hormigueo desaparece solo?
Si es por postura, sí. Si es crónico, necesita tratamiento.
¿Puede deberse al estrés?
Sí, la ansiedad puede causar parestesias.
¿Qué vitamina ayuda más?
La B12 es clave para la función nerviosa.